El libro me ha entusiasmado. Y eso que después de leerlo
sigo sin tener del todo claro cuales son los criterios para distinguir una obra de arte
contemporánea de una simple ocurrencia.
Su autor es Will Gompertz, Arts Editor en la BBC y antiguo
director de Comunicación de la Tate. El libro se titula "¿Qué estas
mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos" (Taurus
2013). Lo compré porque el tema me apasiona y también como preparación a los
seminarios que hemos impartido en el IES Politécnico de Vigo a los integrantes
de AGEDA.
Hablamos de la Asociación Galega de Ensinantes de Debuxo
e Artes Plásticas, que presidida por Paulo Porta y Susana Muíños reune a profesores de toda Galicia. Gente especialmente sensibilizada con la
educación integral de los alumnos y que mira con preocupación el
empobrecimiento de la formación artística en el nuevo bachillerato.
Nuestros seminarios versaron sobre Marketing Viral y Nuevas Tendencias en la Comunicación Publicitaria, algo sobre lo que los artistas
contemporáneos tienen mucho que decir.
Del mismo modo que la creatividad publicitaria se reinventa
en el street marketing, el marketing de experiencias o en el branded content (una difusa mezcla de entrenimiento
y publicidad), los artistas contemporáneos son ahora artistas
multidisciplinares que hacen escultura, fotografía, vídeo, consultoría... o bolsos de Louis Vuitton (Murakami et al.).
Dice Gompertz que lo que caracteriza al verdadero artista contemporáneo
es su afán por ganar dinero con su obra, su
producto. Es, por vocación, un artista empresario. Sin paliativos. Y como
tal es perfectamente consciente de que tiene que cuidar su imagen de marca,
diferenciarla y crear expectación y deseo en torno a los productos de esa
marca. Sabe que ese es el trabajo de la publicidad y por supuesto cuenta con ella en su business plan. Como dijo Andy Warhol "... good business is the best art". A los creativos publicitarios nos queda mucho por
aprender. Yo empiezo a tomar nota.