Este es el color del año 2012. Así lo ha declarado
Pantone, la empresa que más sabe de color en todo el mundo. Se trata de un
rojo naranja con nombre de cítrico y baile a la vez: Tangerine Tango. Vivaz,
energético y seductor. Y no es un color cualquiera, este tiene nombre y
apellido. Es la fuerza del naming.
Lo de ponerle nombres nuevos a los colores es un
hallazgo de la industria de la moda que cobró importancia a partir de los 80. Hasta entonces, y salvo gloriosas excepciones como
el "Shocking Pink" de Schiaparelli o el "azul Soraya", el
negro era negro y el gris, gris. Pero en las revistas de moda empezaron a
llamar al negro color hulla o petróleo, según la temporada; el gris pasó a ser
plomo, acero o antracita. Y recuerdo perfectamente una portada del Telva con la modelo
luciendo un jersey de lana beis reconvertido en "color pan".
Ya en los 90 una
compañera de trabajo de nuestro director creativo tuvo durante meses en su casa a un pintor probando colores en una pared. Con medio Madrid en vilo, aquello fue una agotadora
búsqueda de un color imposible que ella, con absoluta precisión verbal, describía como "color topo".
En Fusión Servizos Creativos damos al color toda la importancia que se merece. Ni más ni menos. Por eso sabemos que en ciertas ocasiones, hay que relajarse y adoptar
la actitud creativa de Picasso: "Cuando no tengo rojo, pongo azul". Azul Klein, por supuesto.
En cualquier caso en Fusión estamos encantados con el color del año. A fin de cuentas es un pariente cercano de nuestro color
corporativo Pantone 485. Y en un año que está resultando color lignito, el Tangerine Tango nos trae un poco de alegría.
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